El Reto y la Esperanza del Sector Forestal Peruano Entrevista Erik Fischer

El ex CEO de Maderera Bozovich, Drago Bozovich Noriega ha sido testigo directo de los desafíos y oportunidades que enfrenta el sector forestal en el Perú. Con décadas de experiencia liderando una empresa comprometida con el manejo forestal sostenible, Bozovich ofrece una mirada crítica pero constructiva sobre el rumbo que debe tomar el país para valorar y proteger adecuadamente sus recursos naturales. A continuación, Erik Fischer comparte su perspectiva sobre el futuro del sector forestal, las exportaciones y el papel clave que podrían desempeñar los bosques en el desarrollo nacional.
Según datos oficiales, el Perú ha perdido cerca de ocho millones de hectáreas de bosques tropicales, principalmente por la quema de árboles y actividades como la tala y minería ilegal del oro. Estas prácticas, impulsadas por la pobreza extrema y la falta de oportunidades, generan una ocupación desesperada del territorio amazónico.
Avances en la Política Forestal
Erik Fischer, presidente del Comité de Maderas e Industria de la Madera de ADEX, sostiene que en los últimos años el gobierno ha aprendido de experiencias pasadas, y si bien los avances no han ido al ritmo que esperaba el sector exportador, se han logrado resultados importantes. Destaca que:
- Se ha privilegiado al sector forestal dentro de la Política Nacional de Diversificación Productiva.
- El Ministerio de la Producción ha liderado mesas de trabajo con todos los actores del sector, incluyendo privados, comunidades productoras y diversas entidades del Estado.
- Se ha trazado una agenda articulada que busca facilitar el comercio, ordenar la regulación y eliminar barreras administrativas.
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Lecciones del Pasado: Concesiones Mal Administradas
Fischer recuerda que en los años 2000 se asignaron 24 millones de hectáreas para producción forestal permanente, pero por errores técnicos y políticos, hoy solo quedan oficialmente unas 17 millones. De estas, solo 2 millones están en producción real, y muchas concesiones fueron abandonadas por falta de capacidades económicas o técnicas de sus titulares.
¿Cómo ves el futuro del sector forestal?
Es incierto. Personalmente, si tuviera una nueva concesión, no sabría qué hacer. Durante este gobierno, la voluntad política ha sido muy limitada. Espero que en algún momento tengamos un gobierno nacional que dé estabilidad, reglas claras y que priorice la gestión sostenible de los bosques.
Actualmente, tenemos millones de hectáreas en la Amazonía que están abandonadas o sin manejo adecuado. Por sus características geográficas, sociales y de accesibilidad, muchas de estas zonas presentan altos niveles de pobreza, lo que ha llevado a la deforestación impulsada por actividades como la agricultura migratoria, la tala ilegal o el cultivo de productos ilícitos.
La madera, en muchos casos, no es el fin, sino el medio: la cortan, la venden y luego utilizan el terreno para otras actividades. Según datos oficiales, millones de hectáreas se han perdido debido a incendios provocados por presión económica y social. Además, el problema no se limita a la tala ilegal, sino también a la minería ilegal que afecta directamente al ecosistema, provocando deforestación y contaminación.
Las políticas públicas deben enfocarse en revalorar estos bosques. El Ministerio de Producción ha reconocido la necesidad urgente de poner en valor los recursos forestales, consolidando materia prima legal, sostenible y renovable. Esto generaría empleo intensivo, formal y con posibilidad de certificación que garantice su sostenibilidad en el tiempo. La cadena forestal puede ser una fuente importante de desarrollo, pero solo si se gestiona de forma responsable y con visión de largo plazo.
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¿Cómo están las exportaciones forestales?
En 2008, Perú alcanzó su pico histórico de exportaciones forestales con 219 millones de dólares. Sin embargo, ese mismo año ocurrió la crisis financiera global y, en 2009, nuestras exportaciones cayeron a aproximadamente 140 millones. Desde entonces, hubo una recuperación moderada, llegando a los 160 y 165 millones, hasta alcanzar 175 millones el año pasado.
A pesar de estas cifras, que pueden parecer alentadoras, lo cierto es que Perú aún no ha aprovechado realmente su potencial forestal. Mucha Amazonía se ha perdido, pero no precisamente por la actividad maderera formal, sino por el abandono, el mal manejo o actividades ilegales.
Como país, debemos reflexionar: no es que la explotación forestal en sí sea negativa; el problema está en cómo se gestiona. Si no desarrollamos una industria forestal responsable, las exportaciones no crecerán. Seguiremos con un techo muy bajo. Debemos construir una cadena de valor basada en sostenibilidad, legalidad y competitividad.
Conclusión: La Reforestación como Política de Estado
Fischer concluye que se requiere una visión de largo plazo y políticas de Estado, donde el desarrollo del sector forestal sea parte de una estrategia nacional. Revalorizar los bosques no solo genera empleo y desarrollo rural, sino que es esencial para la preservación ambiental y el aprovechamiento sostenible de uno de nuestros mayores patrimonios naturales.